Nada mejor que el amor


Hay un increíble remedio anti-estrés, mejor que los analgésicos... ¿Su nombre?Amor.


Amor: cascada de reacciones biológicas

Desde hace algún tiempo, su corazón late de forma extraña, su garganta se aprieta, la cabeza pareciera que girara y todos sus sentidos están en crisis. Si usted tiene estos síntomas, estás de suerte, ya que, sin duda, es señal de estar enamorado.

Por supuesto, este sentimiento desafía la explicación racional y el escrutinio científico, nunca deja de sorprendernos. Los impulsos de nuestro corazón de hecho desencadenan una cascada de reacciones biológicas y hormonales, desde el primer momento.

Los estudios revelan, poco a poco, los efectos beneficiosos sobre nuestra salud física y mental. Revise los detalles acerca de este sentimiento universal ...

Estar enamorado: como en una nube

El amor es uno de los mejores antidepresivos naturales. Tras la reunión con el amado, se produce un fuego de artificio que trastorna toda la vida hormonal. Los neurotransmisores y hormonas emoción (adrenalina, noradrenalina, dopamina) se liberan, causando un aumento en la frecuencia cardiaca, temperatura y todas las manifestaciones físicas de la repentina emoción del amor, se acelera el corazón, las piernas están temblorosas, las palmas sudan... Pero el que prende fuego a la pólvora es la feniletilamina (o PEA), que también se encuentra en pequeñas cantidades en el chocolate, que es un conocido antidepresivo por excelencia presente en algunos alimentos. Esta substancia es secretada en grandes cantidades por los amantes en el momento del primer amor y en los primeros años, esta "anfetamina", producida naturalmente por el cerebro, tiene efectos similares a los causados ​​por ciertos medicamentos. 

Los amantes se sienten optimistas, rejuvenecidos, llenos de energía, alegría y hasta euforia. Por otra parte, este sentimiento es acompañado por aumento de la secreción de serotonina, una hormona relacionada con la regulación de las funciones biológicas como el sueño, el apetito, y  también en los trastornos del estado de ánimo. Se ha demostrado que las personas deprimidas tienen niveles anormalmente bajos de serotonina, sin embargo, aumenta de manera exponencial en los que se aman.

Estar enamorado: listo para mover montañas

Al comienzo de un romance, dopamina y otros mediadores químicos movilizan y activan. De este modo, aumenta la autoconfianza y da fuerza para completar proyectos. Posteriormente, después de la inundación de emociones intensas y las inundaciones de feniletilamina, la pasión da paso al amor-apego. Es entonces el turno de la presencia de las endorfinas producidas por el cuerpo, estos neurotransmisores tienen propiedades similares a las de la morfina. Alivian el dolor, la ansiedad y promueven el bienestar. Estos "opiáceos" naturales también se
segregan en abundancia durante el orgasmo, lo que explica el sentimiento de felicidad que sigue al amor y el conciliar el sueño fácilmente. Frente a esta realidad, el ​​sistema inmunológico está listo para defenderse de las agresiones externas. Aunque algunos se niegan a la evidencia, las encuestas han demostrado que las personas felices en el amor son menos propensos a los resfriados y otras infecciones de menor importancia que otros. Una resistencia producida por el amor.

Estar enamorado: diversión derretida

Olvídese de las dietas! Para perder algunos kilos de más, nada como el amor. Además de sus efectos en nuestra moral, la feniletilamina, reduce el apetito y nuestro deseo de comer bocadillos reconfortantes, pero también nuestras necesidades de sueño. De este modo resulta en una cierta "hiperactividad", lo que explica estas noches hablando y haciendo el amor, viviendo sólo con agua fresca. Se produce así un aumento neto en el gasto de energía. En un estudio italiano, ocho de cada diez personas, hombres y mujeres por igual han reconocido que un romance era para ellos una gran manera de encontrar la línea.

Estar enamorado: mejillas rosadas y rostro radiante

La felicidad y el placer (placer especialmente sexual) favorecen la producción de estrógenos y oxitocina, la hormona llamada apego, lanzado en el cerebro y el sistema reproductivo cada vez que nos toque un ser querido y nos lleva a la reconciliación y abrazos.

Pero mejor que una crema de belleza, estas hormonas mejora la circulación de la piel y promueven la producción de colágeno natural. La piel es más suave, más brillante y mejor protegida contra el envejecimiento. Y este efecto parece duradero. Un estudio demostró que las personas que tuvieron relaciones sexuales tres veces a la semana, en una relación estable, aparecieron diez años más joven que su edad!

Estar enamorado: el corazón latiendo en el tiempo correcto

Más allá de los efectos estimulantes de la adrenalina y la dopamina en el corazón, varios estudios han demostrado que vivir una unión armoniosa tendría efectos beneficiosos sobre la presión arterial e incluso la tasa de colesterol lo que lleva a una buena salud cardiovascular.

Este fenómeno se explica por un menor estrés, sino también una vida más sana y, probablemente, por los beneficios que el sexo, que son comunes y armonioso, regulan el ritmo cardíaco, tanto como la práctica regular de un deporte.

Autora: Anne-Sophie Brunet

Traducido y adaptado por Dr. Miguel Ángel Núñez

Parejas: lo que nos hace (realmente) feliz en el amor

Es romántico ... pero realista. Si tenemos grandes expectativas para nuestra vida amorosa, es vital que intentemos, de algún modo, reconciliar nuestros sueños con la realidad. ¿Cómo vivir con nuestras contradicciones? 


Feliz en el amor, la lealtad, la complicidad y los proyectos

La mayoría de las personas piensa que el amor puede durar toda la vida (67%) De todos modos es preciso reconocer el cuentos de hadas de la realidad. Cuando se habla de la secretos de la longevidad de la pareja, una de las cosas que se sabe es que no es la pasión. Cada vez se es más consciente de que en el amor, no hay amor. Los activos reales que pesan más a la larga son los proyectos conjuntos, la confianza, la lealtad, la complicidad y la vida compartida. Catalina Solano da la bienvenida a este realismo: "Basándose en estos puntos es la mejor manera de construir una relación fuerte". 

Feliz en el amor: ¡Además de la rutina!

¿Qué hay de malo en la vida de los dos?... pues en realidad, sería un poco ... la vida juntos. La rutina no gusta (57%) y la mayoría sostiene que algunos aspectos de la pareja molestan (35% resienten sus defectos). Es cuando nos preguntamos de verdad dónde vive realmente nuestro príncipe o princesa soñada. La respuesta del filósofo Nicolás Grimaldi es que en ninguna parte. "El verdadero secreto del ser querido es que no existe. Lo hemos inventado al comienzo de la historia cuando un rayo nos cegó".

No es fácil acomodarnos a un hombre o mujer normalmente imperfectos y al ritmo de la rutina. Decimos que ahora es el mío o mía y cerramos la puerta, y hacemos un esfuerzo. Los estudios muestran que el  70% busca soluciones a las crisis antes de tirar la toalla. Por último, siempre se espera que la historia de la pareja pueda durar. Es tranquilizador saberlo, pero crea un gran caos emocional. Según el sociólogo Jean-Claude Kaufmann, tendemos hacia un romanticismo moderado. Esto se traduce por una parte, en nuestro deseo de vivir momentos de locura con nuestro amor, y por la otra, tendemos a evaluar con el rabillo del ojo. 

En Internet, ésta actitud se expresa bloqueando a un pretendiente con un clic cuando no cumple con todos los requisitos pero en la vida real, tenemos que comprobar todos los días si la persona es realmente lo que queremos, por ejemplo, una mujer de un varón, puede esperar que sea alguien que escuche, que sea tierno, que esté disponible, que sea buen padre, y si es posible rico. Ahí es donde todo se torna complicado. Lo mismo, en el caso de un varón, no siempre es posible conciliar las expectativas con la realidad.




Feliz en el amor, sin olvidar el crecimiento personal

Un signo de los tiempos es la emancipación de la mujer. Esto parece obvio, pero está lejos de ser asimilado plenamente y muy pocos se dan cuenta que los cambios vinieron para trastornar todo. ¿Qué impacto tiene en nuestra vida emocional? Queremos vivir la mejor pareja posible, pero eso implica el entender que todos quieren sentirse libres y con derecho a prosperar, y ser reconocidos como parte del proceso de ser uno mismo. Los patrones tradicionales están en retirada y no es cuestión de hacer concesiones, y esperar que vayan a  desaparecer a favor del matrimonio y de la armonía familiar. 

El psiquiatra Serge Hefez señala que no es sorprendente que para muchas mujeres, la falta de tiempo para ellas mismas es lo que a la larga pesa más. Según él, los varones tendrán que aceptar que esto refleja una fuerte necesidad de logro. Una vez más, la revolución está en marcha y es difícil encontrar un nuevo modelo de equilibrio. La cuestión de la división de las tareas domésticas, aún objeto de debate, es muy revelador. 33% considera que este aspecto está por encima de todos los demás, más que casarse (10%) o de tener hijos (10%).

Autor: Sophie Viguier-Vinson

Traducido y adaptado por Dr. Miguel Ángel Núñez

Cuando la edad hace la diferencia

Cuando la edad hace la diferencia

Parejas con gran diferencia de edad pueden ser exitosas, aún con sus dificultades

Las parejas conformadas por personas con grandes diferencias de edad (sea cual sea la combinación de géneros) puede ser tan exitosa como una pareja que comparta, por ejemplo, una misma generación. Los posibles conflictos pueden solucionarse al preguntarse, ¿qué espero del otro?

Carla González C.


La canción del mexicano José José ‘Cuarenta y veinte’ refleja claramente lo que a muchas parejas les sucede con respecto a su gran diferencia de edad. “… es el amor lo que importa y no lo que diga la gente…”, dice una de sus frases. Y es que lo que al parecer más afecta a este tipo de uniones no es precisamente el tema de la generación, sino el comentario de su entorno y en general, de la sociedad.

Por supuesto también aparecen en el transcurso del tiempo, algunas desavenencias que tienen que ver con costumbres, formas de relacionarse y maneras de tomar decisiones, porque claro, en muchas ocasiones el más joven querrá realizar actividades acordes a su edad, mientras que el mayor preferirá descansar o enfocarse en otro tipo de pasatiempos.

A pesar de esto, una pareja donde sus integrantes tengan diferencias significativas de edad (20, 25 años o más) también tienen la oportunidad de triunfar, todo depende de cómo sobrelleven la cotidianeidad tanto dentro como fuera de su relación.

Para conocer más acerca de esta dinámica y desde un punto de vista profesional, conversamos con el psicólogo y psicoterapeuta, Antonio Godoy, quien menciona que cada pareja – independiente de su edad – “es un mundo único”, por lo que generalizar acerca de si esta dinámica es o no normal, sería para él algo un poco atrevido.

Por otro lado, el psicólogo menciona que lo que sí se puede comentar es acerca de cuán “exitosas” resultan estas uniones. Así y a modo de ejemplificar su idea de no generalizar, cuenta de su experiencia con una pareja en donde el varón tiene 82 años y su mujer 53; juntos llevan 25 años de relación y a pesar de no haber ningún problema aparente, pueden de igual forma existir algunas problemáticas.

En ese sentido, manifiesta que “llega un punto en el ciclo vital en que ya no pueden compartir lo mismo” y refiriéndose al ejemplo anterior, cuenta que actualmente el hombre presenta un importante deterioro cognitivo y por lo tanto “difícilmente puede cumplir con los requerimientos básicos de una pareja. Más bien está siendo cuidado por ella, quien aún tiene la vitalidad e intereses de una persona de su edad”, afirma.

Amor en dos frecuencias

Otro de los conflictos que suelen vivir estas parejas es que su gran diferencia de edad los lleva muchas veces a caer en la problemática relacionada con los distintos momentos de la vida en el que ambos se encuentran. Así, mientras el mayor lo más probable es que ya tenga un matrimonio en su pasado e hijos en su presente, el menor aún no ha pasado por tales experiencias.

“A los veintitantos, se está deseoso de salir por ejemplo a las discoteques, pero a los cuarenta y tantos ya no”, menciona Antonio Godoy, quien a su vez dice que esto es normal y que es parte de cada ciclo. “Lo que pasa es que en consonancia tendrán que haber acuerdos y negociaciones para que todo funcione en forma positiva”, dice.


Los acuerdos a los que se refiere el psicólogo tienen que ver con no dejar de lado (ni sentirse abandonado) a quien no sienta la necesidad – o derechamente las ganas – de compartir el mismo momento que su compañero. “La idea es que se tengan espacios comunes que les permitan tener una relación satisfactoria”, menciona.

Para el profesional no importará la diferencia de edad ni cualquier otro factor, si ambos individuos mantienen lo suficientemente estables los tres pilares, es decir, la pasión (sexualidad), el amor (afectividad) y la comunicación. “Si esto es firme, cualquier pareja podrá llegar a tener una relación de largo aliento”, asegura.

¿Qué es lo que buscas?

El entorno de hombres y mujeres que deciden emparejarse con otra persona que puede doblar o incluso triplicar la edad o al contrario, sentir atracción por quienes resultan más jóvenes y llenos de vida, es muchas veces un problema del cual no pueden sentirse ajenos.

Es así como las opiniones no tardan en llegar – sean éstas solicitadas o no – y cuyos argumentos son entre otros, los que hablan de una supuesta búsqueda o de una carencia, como el del padre que quiere brindar protección o la de sentirse cobijado como un hijo en las faldas de su madre.

Frente a esto, el profesional indica que lo que dice el sentido común, que habitualmente y según sus palabras “no es el más común de los sentidos”, es pensar que si una joven busca a un hombre mayor, estará buscando un padre. “Cuestiono esto”, advierte y dice que no necesariamente se tratará de este tipo de inquietud. “¿Qué pasa si esta persona en particular tiene las características que (la mujer en este ejemplo) valora y ha buscado?”, pregunta.

Ahora, aclara que si esta mujer (siguiendo con el ejemplo más clásico, aquel de una joven y un hombre mayor) estuviera en realidad buscando un padre, indagaría en alguna función en él que satisficiera su necesidad. “Ahí sí podríamos hablar y avalar lo anterior”, afirma.

Entonces, la sabiduría, experiencia, la protección y en el fondo “que se haga cargo emocionalmente”, serán las características que más se repiten en este tipo de búsquedas. Aquí, Antonio Godoy hace valer las siguientes interrogantes, ¿por qué esta mujer buscará tales cualidades en un hombre?, ¿qué hay en ella que no puede hacerse cargo de sí misma?, etcétera.

Y aunque menos común – o quizás menos evidente – es de igual importancia presentar el caso contrario, es decir, una mujer madura quien construye una relación con un joven menor. Al respecto, el especialista menciona que la sociedad tiene mucha injerencia en este tema y por lo tanto al ser aún mal visto, es muy probable que sean muchos más casos de los conocidos, pero que el secreto de su desarrollo sea lo que impere.

“Se tiende a pensar automáticamente que el hombre busca a esta mujer para obtener algún beneficio”, comenta y también manifiesta que en estos casos, lo que necesite puede ser similar o igual que en el ejemplo anterior, o sea, la seguridad que puede brindar una dama ya mayor, con experiencia y con sus ideas claras, cualidades que pueden cautivar a un joven para quien sus coetáneas le parezcan aburridas e infantiles.

En cuanto a las problemáticas en esta situación, el terapeuta dice que lo más común es que sea ella quien tema que en algún momento no pueda seguirle más el paso a este muchacho, por lo que buscará ayuda en instancias como la cirugía plástica y todo lo que la pueda hacer ver más joven y bella.

Deja claro los límites y entrégate

Si bien es complicado dar una “receta” para que quienes estén pasando por esta experiencia puedan sobrellevarla de manera positiva y no traspasando una y otra vez los problemas, dudas, cuestionamientos y prejuicios propios del entorno, el psicólogo cuenta que lo mejor es “dejarle claro a todo el mundo la situación, poner límites y hacerse cargo de su elección”.

“Nadie puede saber”, sentencia y añade que lo único que podría dar pie para una conjetura es haber pasado por una situación similar que permita hablar desde la praxis. “La experiencia es más importante que el saber universal”, cita.

Con respecto a la adjudicación de estas relaciones a los complejos de Edipo o Electra, el terapeuta es enfático al señalar que muchas veces se extraen conceptos, hipótesis o teorías desde la psicología, que no son ocupados a cabalidad, por ejemplo, los mencionados.

“La conflictiva edípica entendida desde la psicología no es solamente eso”, aclara. Por otro lado ejemplifica diciendo que “una mujer independiente, autosuficiente y que efectivamente no necesita un padre, puede perfectamente tener una relación con alguien mayor, sin que eso signifique un complejo”, sostiene.

En síntesis, lo más recomendable para estas parejas es tener claro qué es lo que se espera del otro y de esta manera comunicar las expectativas personales, entregarse y arriesgarlo todo, reducir lo privado y mostrarse desde lo interno. “Debemos lograr la llamada intimidad emocional”, concluye.


Fuente: Revista Digital Punto Vital